La sesión informativa previa al inicio de un partido o de una competición es una palanca de acción privilegiada para el entrenador: es una oportunidad para crear condiciones favorables al rendimiento. Pero, ¿qué es un briefing eficaz? Es difícil hacer generalizaciones, ya que el contexto puede variar: deporte individual frente a deporte de equipo, la importancia de la competición, las condiciones psicológicas en las que los deportistas la abordan (confianza, ansiedad), la naturaleza del adversario, la posibilidad de que el entrenador intervenga o no durante la competición. Sin embargo, aquí hay algunos puntos de referencia importantes para una sesión informativa exitosa:

- debe ser breve: la capacidad de atención de la gente es limitada, especialmente en una situación potencialmente estresante. Por lo tanto, es necesario centrarse en el mensaje o los mensajes esenciales.

- debe ser específico: qué puede ser más aburrido para un deportista que escuchar las mismas frases una y otra vez, competición tras competición, partido tras partido. Un discurso escuchado 10 o 15 veces pierde claramente su eficacia. Sobre todo porque no se afronta igual una competición en casa que fuera, ni un partido como favorito que como aspirante.

- Debe centrarse en lo que tienen que hacer los deportistas, más que en el problema o el adversario. Esto tiene el mérito de dar a los deportistas una sensación de control sobre la situación, y de centrar su atención en las cosas que están bajo su control. También permitirá evaluar el rendimiento de los atletas después del partido no en función del resultado, sino del comportamiento esperado.

- debe adaptarse a las necesidades de los deportistas: algunos entrenadores incluso realizan entrevistas durante la temporada, antes de las pruebas más importantes, para preguntar a sus deportistas qué esperan de su entrenador en los minutos previos a la competición. Conocer bien al deportista permite así al entrenador tener la postura más adecuada.

- debe ser positiva: la llamada "activación negativa" debe manejarse con mucha precaución. Insistir en los riesgos, criticar y más aún amenazar, generalmente provoca un exceso de estrés en los deportistas. Es mejor animar, motivar y positivizar.

- Por último, por todas las razones mencionadas anteriormente, y dada la repercusión que puede tener en el rendimiento de los deportistas, debe prepararse.